Gerard Durrell. Fuente: el diario británico Daily Mail. |
Imagina que eres un chiquillo curioso de 10 años, que vive en Inglaterra. Tu hermano mayor tiene una ocurrencia: mudarse a la isla griega de Corfú, donde el sol quema la piel, plantas y olvidos crecen por todos lados, el mar baña las costas y los bichos se te posan encima. Con este incomparable marco, y teniendo una familia tan peculiar como la de Gerald Durrel, ¿qué puedes hacer? La respuesta es clara: ¡escribir un libro!
Gerry, como se le llama en el libro, nació en el año 1925, en la India. En 1928, su padre murió, por lo que fueron a vivir a Inglaterra. Su hermano mayor, cansado del triste clima reinante en las Islas Británicas, y tras su intento frustrado de llevar a su familia a España, eligió Corfú como próximo hogar. A pesar de no saber nada de griego, la familia Durrel estableció su nueva residencia en aquel paraje idílico. Gracias a la ayuda de Spiro, uno de los pocos habitantes de la ciudad que sabía algo de inglés, compran una villa y se instalan en ella. Gerry comenzó a coleccionar bichos y otros animales como mascotas. El problema es que no sabía mucho de ellos, así que su hermano le regaló un libro de Jean Henri Fabre. El libro le atrapó tanto que lo leyó en una tarde. Poco a poco, vemos como su afición por los animales se convierte en algo más.
Gerry, como se le llama en el libro, nació en el año 1925, en la India. En 1928, su padre murió, por lo que fueron a vivir a Inglaterra. Su hermano mayor, cansado del triste clima reinante en las Islas Británicas, y tras su intento frustrado de llevar a su familia a España, eligió Corfú como próximo hogar. A pesar de no saber nada de griego, la familia Durrel estableció su nueva residencia en aquel paraje idílico. Gracias a la ayuda de Spiro, uno de los pocos habitantes de la ciudad que sabía algo de inglés, compran una villa y se instalan en ella. Gerry comenzó a coleccionar bichos y otros animales como mascotas. El problema es que no sabía mucho de ellos, así que su hermano le regaló un libro de Jean Henri Fabre. El libro le atrapó tanto que lo leyó en una tarde. Poco a poco, vemos como su afición por los animales se convierte en algo más.
Mi familia y otros animales abre una trilogía una tanto engañosa: puede considerarse autobiografía, pues relata su estancia en la isla y los hechos que influyeron en su carrera; también es un libro útil para naturalistas y biólogos ya que describe multitud de animales, su hábitat, condiciones de vida…; y, por último, es humorístico y está repleto de anécdotas que te sacan más de una carcajada. Los siguientes dos libros serían Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses. Son los típicos libros que te hacen querer leer más, y más, y más, y cuando llegas a la última página, gritas: “¡NO! ¿Cómo puede acabar así? ¡Quiero saber más!”.
En Corfú conoció a una de las personas que más influyó en su vida: el doctor, poeta y filósofo Theodore Stafanides. Fue para él un gran amigo y le ayudó a capturar especímenes y a clasificarlos.
Gerald Durrel llegó a ser un gran escritor, naturalista, zoólogo y hasta presentador de televisión. Fundó el Zoo de Jersey. Murió a los 70 años de edad, en el Reino Unido. Para mí, es un buen ejemplo de alguien que siguió sus sueños y sabe ver la vida de una manera muy distinta al resto de mortales. Os animo a que leáis sus libros si queréis pasar un buen rato.
En Corfú conoció a una de las personas que más influyó en su vida: el doctor, poeta y filósofo Theodore Stafanides. Fue para él un gran amigo y le ayudó a capturar especímenes y a clasificarlos.
Gerald Durrel llegó a ser un gran escritor, naturalista, zoólogo y hasta presentador de televisión. Fundó el Zoo de Jersey. Murió a los 70 años de edad, en el Reino Unido. Para mí, es un buen ejemplo de alguien que siguió sus sueños y sabe ver la vida de una manera muy distinta al resto de mortales. Os animo a que leáis sus libros si queréis pasar un buen rato.
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