Y diréis, ya viene ésta a hablarnos otra vez de trompas y guarradas. Pues no. Bueno de trompas sí.
Por desgracia, el elefante de Sumatra está pasado por la peor fase de su existencia, la cual parece estar a punto de dar a su fin. La especie está gravemente amenazada y desde 1985 hasta el día de hoy su número se ha reducido a la mitad, debido a que su hábitat ha corrido la misma suerte debido a la deforestación.
Para garantizar la supervivencia de la especie haría falta una reforestación y reconstitución de su territorio. Este pobre animal ya se encuentra en la Lista Roja de Especies Amenazadas y hay solo de 2400 a 2800 ejemplares salvajes y los científicos piensan que podría llegar a extinguirse en menos de 30 años.
El director del Programa Global de Especies de WWF Carlos Drews añade: "A menos que se adopten medidas de conservación de forma urgente y efectiva, estos magníficos animales desaparecerán de la Tierra". Y es que el elefante de Sumatra es un animal esplendido, es una subespecie de elefante asiático de pequeño tamaño, de dos metros como media. Pequeño para un elefante claro. Son animales nobles y pacíficos.
Desde las organizaciones de protección hacen un llamamiento al Gobierno Indonesio para intentar prohibir los cambios en su territorio hasta que se ponga en marcha alguna estrategia de conservación de estos animales y ubicarlos en alguna zona protegida.
Los expertos insisten en que se debe conocer el estado tan crítico de las especies para que se tomen medidas eficaces y rápida, para conseguir que tengan probabilidades de sobrevivir.
Mucha suerte a esta especie que ojalá consiga salvarse.
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