19 diciembre 2011

ESPAÑA Y ESTADOS UNIDOS, TAN DISTINTOS Y TAN IGUALES (Alfonso Torres)


Podemos afirmar, que una de las maneras de describir a una sociedad es identificando sus valores. Esas ideas innatas que guían a los miembros de una sociedad, mancárdoles lo bueno y lo malo, pautando su comportamiento, aunque no de forma taxativa, sino ambigua y en ocasiones hasta contradictoria.
Aunque la globalización ha mundializado determinadas conductas e ideas y homogeneizado a las sociedades, siguen existiendo importantes diferencias entre ellas, incluso dentro del grupo de países occidentales. Hacemos visible esto a través de la comparativa entre los valores existentes y predominantes en Estados Unidos y en España.

Valores divergentes:
- El papel de la familia y de los grupos primarios es un aspecto clave en el análisis de valores de cualquier sociedad. Y es uno de los puntos en que EEUU y España difieren de manera más evidente. Mientras en España, mantener unas buenas relaciones con la familia se convierte en un pilar central de su sistema de valores, Estados Unidos funciona según conceptos mucho más individualistas, primando el logro personal y la igualdad de oportunidades, que no la igualdad en términos generales. Esto genera diferencias considerables en los modelos familiares, siendo EEUU tendente a las familias nucleares y España a unidades familiares mayores, aunque en las últimas décadas se ha extendido el modelo nuclear en el país ibérico. También construye este hecho concepciones distintas del mundo, mientras el estadounidense es un ser plenamente autosuficiente en lo económico y dependiente en lo afectivo de un grupo de amigos o compañeros de trabajo con los cuales mantiene una estrecha relación, el español tiene mayor relación con su familia que con sus amigos y tiene la posibilidad de ser sostenido por el colchón social familiar en momentos de crisis, disfrutando así de una mayor protección social. 
 

- Libertad vs. Igualdad es un aspecto que distancia a las sociedades analizadas. Mientras que los estadounidenses, con su defensa de que el éxito es fruto del esfuerzo individual, son más partidarios de la primera, los españoles, con su concepción de que el éxito depende de la influencia y los contactos, son mayores defensores de la igualdad. Esto configura sociedades muy distintas ya que en EEUU la libertad de mercado es una máxima de gran aceptación social mientras que en España el Estado de Bienestar y la intervención pública en la economía son aspectos considerados como positivos y que cuentan con una gran cimentación en la sociedad. Esta diferencia es probablemente también la causa de que la sociedad española sea más solidaria y este más preocupada por los problemas ajenos, como el cuidado del medio ambiente o el estado de los desfavorecidos, que la sociedad estadounidense.

- Religión vs. Ciencia es una concepción tradicionalmente española (y católica) que sin embargo no se da en Estados Unidos. Un número mayor de estadounidenses que de españoles se consideran creyentes y necesitados de la existencia de Dios. Algo que no entra en contradicción con la admiración que le procesan a la ciencia como principal motor del progreso humano. Por contra, y en palabras del químico y periodista Carlos Elías, profesor de la Universidad Carlos III: “España es un país de letras; la ciencia esta acosada”
Esta gran divergencia se debe principalmente al espíritu del protestantismo, rama cristiana dominante en EEUU a raíz del colonialismo inglés, cuya defensa de la austeridad y la sobriedad hicieron posible el nacimiento del capitalismo, y por tanto, del concepto en sí mismo de progreso. El catolicismo reinante en España, a pesar de contar con un número de fieles decreciente, ha ayudado a configurar una sociedad menos científica, y quizás también más nostálgica frente al ánimo positivo y la fe en el progreso de los norteamericanos.

Valores convergentes:
- La búsqueda del bienestar personal es un objetivo primordial tanto en la sociedad estadounidense como en la española, algo comprensible si tenemos en cuenta que ambos países están regidos por economías capitalistas donde la búsqueda del beneficio individual es el motor del sistema. Tener buena salud y un nivel de capacitación cultural y profesional elevado son preocupaciones españolas mientras que el confort material y el reconocimiento de los demás hacia las personas exitosas priman en la mentalidad norteamericana.

A la izquierda Nueva York, a la derecha Madrid.
- La aceptación del sistema vigente es también un denominador común en la población estadounidense y la española. El cumplimiento con las normas y el respeto a la autoridad es un pensamiento con abundante presencia en la sociedad de España, algo coincidente con la defensa de la democracia y el capitalismo que hacen desde Estados Unidos. Se configuran así sociedades relativamente conformistas, participativas en el gobierno del estado, aunque dicha participación este sufriendo una evolución decreciente y el conformismo haya comenzado a resquebrajarse en la actualidad con movimientos ciudadanos que reivindican un cambio radical en el sistema: 15-M en España y Occupy Wall Street en los Estados Unidos de América. En todos estos aspectos coinciden ambas sociedades a pesar de tener sistemas políticos distintos: una república en lo político y un sistema neoliberal en lo económico frente a una monarquía sustentada en una economía social o socialdemócrata.

- El racismo esta muy presente en ambas sociedades, algo motivado por el alto número de inmigrantes presentes tanto en España como en EEUU debido a ser países del bloque Norte desarrollado con frontera con el bloque Sur en vías de desarrollo. (España con Marruecos y conectada con África y EEUU con México y consiguientemente con América Latina)

En conclusión, podemos observar que la sociedad y los valores que la caracterizan son un elemento clave en la configuración de la personalidad de los seres humanos y que dichos valores que guían sin percatarnos nuestra conducta social son muy distintos en función del lugar en el que nazcamos, de la cultura en la que nos criemos y de la evolución histórica del país en que nos toque vivir.
Podemos afirmar por tanto sin temor a equivocarnos que la célebre cita de Aristóteles: “el hombre es un animal político” esta plenamente vigente y lo seguirá estando.

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