03 diciembre 2011

JUSTICIA EN ESPAÑA (Cristina Villalba)

Siempre he dicho que, en lo relacionado a la justicia, España va muy por detrás de otros países. Mientras que, si matas a alguien en Estados Unidos o en China, puedes acabar muerto, aquí tu condena sería de diez a veinte años que, teniendo en cuenta buen comportamiento o el que te saques un título de ciclo formativo o universitario, ésta quedaría reducida a menos de la mitad.
En la mayoría de los países del mundo, se aplica la cadena perpetua. Este tipo de condena consiste en estar encerrado hasta el día de tu muerte. En Canadá, la cadena perpetua es obligatoria si has cometido un asesinato; sin embargo, éste es revisable. Sólo depende del grado en el que hayas realizado el crimen. Si es en primer grado, tan sólo es revisable a los veinticinco años de estar en prisión. En Singapur, uno de los países más estrictos con respecto a las leyes, incluso robar pequeños objetos puedes acarrearte este tipo de castigo.
Otra de las opciones es la pena capital. Como he dicho anteriormente, en EE.UU, China, India, países del este de África y algunos de la península Arábiga, la pena capital, también llamada pena de muerte, implica el asesinato del delincuente. Se aplica en asesinatos, espionajes o delitos sexuales. En Europa, sólo un país (Bielorrusia), admite esta penalización. En la antigüedad eran verdaderos espectáculos en los que se usaba el garrote vil, la horca, la guillotina… Durante la Revolución Francesa, más de 20.000 personas murieron con este último método. Aunque ahora lo más frecuente es la inyección letal.
En mi opinión, la cadena perpetua debería volver a instaurarse (en los tiempo del franquismo era utilizada, al igual que la pena capital). Es indignante que muchos delincuentes queden libres al poco tiempo y que muchos vuelvan a cometer crímenes. Creo que los reincidentes e abusos sexuales también deberían cumplir esta condena. La pena de muerte me parece excesiva, aparte de un atentado contra los derechos humanos. En última instancia, creo que deberían de revisar el tiempo de las condenas, pues el tiempo estándar por falsificación de monedas es igual al de violación (doce años). Además de impartir justicia, reduciría el número de delitos cometidos y ése es el objetivo de muchísimas personas: la paz y la buena convivencia entre todos los seres humanos.

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