17 mayo 2011

FRANCIA, UNA REPÚBLICA ORIGEN DE DOS MONARQUÍAS (Alfonso Torres)

Si la Historia tuviese personificación, esa persona sería una cachonda mental.
La Historia Universal está repleta de curiosidades, paradojas y sinsentidos, y la historia europea, permanentemente ligada y liada a poderosas monarquías, ya ni te cuento. No olvidemos que cualquier Corona no es otra cosa que una familia que reina y eso implica que los escarceos están a la orden del día.
Si escribo esta líneas es porque hace un par de meses, mi compañera Candela me regaló un estupendo libro titulado Menudas historias de la Historia de Nieves Concostrina. La periodista y escritora nos relata en sus 547 páginas, algunas de los más disparatados hechos históricos de la Humanidad. Se inició y se forjó en el mítico Diario 16 y actualmente colabora con Juan Ramón Lucas en el programa "En días como hoy", contándonos una de sus efemérides todos los días, y fue precisamente ahí donde yo la descubrí.


Bien pues resulta que dos de estas historietas me llamaron especialmente la atención. La primera es bien conocida. Los Borbones, nuestra dinastía, es francesa porque tras la muerte de Carlos II el Hechizado, el trono español lo heredó y lo ganó su sobrino-nieto Felipe V (literalmente lo segundo porque salió victorioso de una guerra, él claro, España salió hecha unos zorros, con Cataluña apaleada y sin Gibraltar ni Menorca). Fue la famosa Guerra de Sucesión, que enfrentó a los Borbones franceses contra los Austrias y sus aliados, entre ellos, la buena de Inglaterra que nos despojó del Peñon (ya nos vale a nosotros también tenerlo ahí, desprotegido para que pase cualquier y nos lo birle). 
La segunda historieta sí es un poco más desconocida. Veréis, durante las Guerras Napoleónicas, el Emperador Bonaparte fue colocando a sus familiares por toda Europa como reyes y gobernadores de distintos territorios sumisos a Francia. A nosotros los españoles nos encasquetó a su hermano José, que salió de aquí escaldado y con fama de borracho. Pues bien, a los suecos les tocó un general amigo de Napoleón, Jean Baptiste Bernadotte, que en el país escandinavo sería conocido como Carlos XIV. Y desde luego el francés duró en el trono sueco porque los actuales reyes son herederos directos de él, sus tatataranietos o por ahí. Aunque claro, si Bernadotte duró fue porque se cambió de acera y no, no se hizo gay, sólo es que cuando a Napoleón se le pusieron los huevos de corbata y tenía a todo el mundo enfrente, Carlos XIV encima fue un desagradecido y se pusó contra el Emperador. Vamos, lo que viene siendo cambiarse de chaqueta, porque él estando en Suecia dudo que pudiese acercar al sol que más calienta. Cosas de la política...

Bien cierto es el dicho latino que recita: historia magister est (la historia es maestra). Pero yo prefiero quedarme con la gigantesca moraleja de que un país republicano y madre de las revoluciones europeas haya sido la creadora de dos de las pocas monarquías que quedan en nuestro planeta y en el continente. La cosa, como mínimo, tiene gracia. 


PD: no quería despedirme sin antes agradeceros a todos vuestro seguimiento del blog a pesar de que éste mes de Mayo la cosa anda bastante floja. Os pido disculpas como Director y os ruego nos comprendáis pero estamos de exámenes, es decir, con el agua al cuello y los huevos de corbata, todo junto. Un abrazo. 

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