DIVERSIDAD ERÓTICA (Kandela González Espada)

¿Sabías que…
…las mujeres de la India Nayar pueden disfrutar de cuantos amantes quieran tener?
…los jóvenes etoros del Pacífico están obligados a practicar felaciones a los hombres mayores de su tribu?
…en algunas culturas la mujer que contraerá matrimonio con un hombre debe mantener relaciones con todos los hombres de su familia antes de su boda?
…hay personas que tienen varios orgasmos diarios y que en cambio otras personas voluntariamente han renunciado al sexo?

En Tonga, un pequeño país insular situado al este de Australia en el Pacífico Sur, hasta hace poco una de las funciones del rey (en una monarquía constitucional) era desflorar a todas las mujeres vírgenes de la isla. Uno de ellos, llamado Fatefehi , inició en las artes amatorias a más de 37.800 muchachas entre los años 1770 y 1784.

Por el contrario los jóvenes etoros de Nueva Guinea, tratan de limitar el número de compañeros eróticos y la cantidad de relaciones que mantienen a lo largo de su vida. ¿La razón? Piensan que el semen es limitado y que cuando se les acaba mueren.

¿Porqué somos tan diferentes?

Efectivamente somos muy diferentes… ¿por dónde iba? Ah, si, los jóvenes etoros. La creencia de que el semen es limitado acude a ellos por lo siguiente: creen que la cantidad de semen de la que disponen la consiguen durante la adolescencia ¿Que cómo? (No queréis saberlo) Manteniendo sexo oral con los hombres mayores de su tribu.

Si el muchacho tiene un aspecto demasiado saludable se asume que ha realizado demasiadas felaciones y se le obliga a mantener relaciones con mujeres para mantener el equilibro. Sí, yo me quedé igual que tú.

En el mundo occidental (si si, tu mundo) esta teoría es totalmente absurda y nadie cree que el esperma de un hombre sea limitado y adquirido por las felaciones a hombres mayores. Pero aún así se sigue dando la castidad voluntaria; un 3% de la población mundial, lo que en España supondrían 1.300.000 personas (madre del amor hermoso).

A lo que quería llegar; toda esta variedad de conductas podría darnos una idea de la variedad sexual (y asexual) humana. Y ya que soy una gran experta hilando temas, esto me lleva, no se muy bien como, a los fetiches.

Cuando se habla de fetiches rápidamente viene a nuestras cabezas el sexo, la mayoría de las veces son inofensivos y hasta útiles, aunque hay algunos que son peligrosos y se pasan de lo erótico a lo enfermizo; siempre hay que saber donde está el límite. Después de este pequeño aviso, pasaré a algo más divertido; fetiches extraños.

• El fetichismo con robots; es el nombre con el cual se describe la atracción hacia un robot humanoide o no-humanoide o incluso a gente vestida como robots. Una fantasía común de este fetiche es la transformación en robot, maniquí o estatua.

• El fetiche de vestirse de animal de peluche también tiene un lugar destacado en el decálogo; aunque en vez de estimular sexualmente la verdad es que no se como no les da miedo.
• Este es, si se puede decir, un poco más raro que los otros; para algunas personas, un estornudo representa mucho más que sólo un acto común. Para quien tenga este fetiche, escuchar o ver estornudar puede encender pasiones.
• El fetichismo de ojos cruzados es un tipo de fetichismo en el cual un hombre o una mujer siente cierta atracción cuando otro cruza uno o ambos ojos, mirando con ambos hacia un mismo punto, haciéndolos converger en un mismo sitio. Si, esto significa que les ponen los bizcos.

• Un fetiche bastante más popular (pero no por ellos menos raro) es el de la regresión: adultos vestidos como bebés, adoptando actitudes infantiles, babeando, balbuceando, etc.
• Y al parecer, uno de los más inquietantes es el hurgamiento de ombligo con destornillador. Si uno lo mira durante el tiempo suficiente te empieza a excitar. Esto de verdad que no lo comprendo.
• Hay otro, que es muy extraño; consiste en que una mujer aplaste una golosina con unos tacones altos. Eso por lo visto a mucha gente le resulta excitante.

Bueno, espero que os hayan gustado. No he añadido los más comunes por el simple hecho de ser comunes. Pero ya les dedicaré otro artículo…

Un Saludo;
Kandela