21 noviembre 2011

LOS NIÑOS NO DEBEN HABLAR DE POLÍTICA: JÁ (Cristina Villlalba)

Estoy harta de escuchar esa frase tan típica de los adultos cada vez que hago un comentario sobre política: “No hables de lo que no entiendes. Los niños no deberían hablar de esas cosas. Eso está mal”… Y da igual si tienes diez o diecisiete años, entiendes o no, te gusta o la odias… Y entonces llega el día, plaf, así, sin enterarte, en el que puedes votar. Y, claro, como no te han dejado hablar de ello con nadie, sólo se te ocurre votar a lo que escuchas en casa, porque lo dicen tus padres, y eso debe de estar bien. O, más fácil todavía: no votas. Y es un derecho por el que se ha estado luchando durante muchos años.

Yo, por motivos familiares, estoy hasta la cejas en la política aunque aún sea una niña. Me gusta bastante, intento conocer la mayoría de los partidos, siento cierta afinidad por más de uno… Indudablemente, la influencia de mis padres, como los de todos, ha hecho que mis gustos sean parecidos a los suyos. Y creo que ahí está el problema: los padres. Como ya he dicho antes, cuando no te dejan hablar, te limitas a escuchar. Muchas veces los niños no entendemos bien las cosas: es natural, somos jóvenes y tenemos menor entendimiento en algunas áreas que los adultos. Si escuchas a tu padre gritar: “Hay que ver con los rojos de mierda” o a tu madre decir: “Asco de fachas…” vas creando en ti una opinión predefinida. Sin embargo, si alguien te dice: “Voy a hablarte sobre las diferencias entre izquierda y derecha; no de tus manos, sino de tu ideología, tus derechos y tus futuras decisiones.”  Vale que aún habrá personas que influyan en ti, pero no será igual.



Algo me obliga a decir por qué he escrito este artículo, de donde surgió la idea: en clase de sociales, hablando de los derechos de las mujeres en la Grecia Antigua, yo dije que esa falta de derecho había llegado a influir en la sociedad moderna hasta  el siglo XX y que aún había lugares donde seguía afectando. Uno de mis compañeros dijo: “Es cierto. Cuando vivía Franco las mujeres no votaban”. Yo, riendo, le dije que ni las mujeres ni los hombres, porque era una dictadura. Empezamos hablar sobre el tema, la política actual y uno dijo: “Yo soy del PP”. Al rato, volviendo a hablar de Franco, dijo: “¡AH! Franco era gay”. Al decirle la tontería incongruente que acababa de decir, me contestó: “¿Y yo qué sé? Yo digo lo que dicen mis padres.

Antes de echarle la culpa a la televisión, a los medios, a Internet, a la Spanish Revolution, a la manipulación…, miremos en nuestras casas, en nosotros mismos y en la forma en la que influimos a los demás. Para terminar, Educación para la Ciudadanía (con tintes políticos) se empieza a dar en 3º de la Eso. ¿No es muy tarde? ¿No tenemos nuestra opinión formada?  


LOS NIÑOS DEBEN ENTENDER Y HABLAR DE POLÍTICA; LO QUE NO DEBEN ES REPETIR LO ESCUCHADO, SIN SABER QUÉ DICEN NI POR QUÉ ESTÁN LUCHANDO REALMENTE.

2 comentarios:

  1. Acertada reflexión de Cristina Villalba. La implicación de la juventud es fundamental, ya va siendo hora de que los adultos nos dejemos de mirar el ombligo y dejemos entrar aire fresco en la política de este país.
    Seguid así, luchando por vuestras ideas, ultimamente los jóvenes y los adultos ya solo luchan por su bolsillo, veros a vosotros es toda una inspiración. ¡ÁNIMO!

    Fdo: Un admirador de LSYMI

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  2. ooole oooole tienes toda la razon del mundi cristina , en mi clase pasa absolutamente lo mismo

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