Con el advenimiento de la crisis
económica, el Cambio Climático ha pasado a un segundo plano en las agendas internacionales de los países desarrollados. El
boom verde que vivimos hace tan sólo unos años ha declinado a la
ignorancia más ignominiosa. Ríos de tinta corren acerca de la
economía mientras que el Medio Ambiente debe conformarse con
arrinconarse en las últimas secciones de los periódicos. Los
recortes han tocado de ello a la Investigación+Desarrollo+Innovacción
(I+D+I) ralentizando el avance de las energías
renovables. Entorno al Cambio Climático, la
ignorancia y la indiferencia se extiende entre gobiernos y pueblos,
preocupados todos de sus bolsillos antes que de las graves
consecuencias que esta catástrofe planetaria tiene tanto en la
Naturaleza como en la propia Humanidad.
Los científicos lo confirmaron hace
años. No existe ningún cambio natural confirmado lo suficientemente
poderoso e influyente en el planeta como para poder provocar este
calentamiento a escala mundial. El único astro capaz de lograr una
influencia a magnitud global sería el Sol, pero la NASA ha asegurado
que las radiaciones solares no pueden ser la causa de este brusco
cambio en el clima, debido a su mínimo aumento en las últimas
décadas.
El único factor que puede afectar de
esta manera tan desastrosa a escala global sería la actividad
humana, cuyo estudio de la misma confirma que la raíz de estos
fatales y Apocalipsis acontecimientos es la contaminación ambiental
y la tala indiscriminada de los bosques del planeta. Y una vez
encontrada la obvia raíz del problema, nos preguntamos, ¿cómo se
ha llegado a tales extremos y cuáles son las consecuencias,
presentes y futuras de este gravísimo problema que atormenta a la
Humanidad?
Las consecuencias, a pesar de no
aparentarlo, son más alarmantes de lo que parecen, el Calentamiento
Global ha cambiado por completo el ritmo de la Naturaleza, lo que ha
desembocado en auténticos desastres medioambientales, tales como la
fusión de los casquetes polares del Norte, la retirada de las
profundas nieves de la Antártica en miles de kilómetros cuadrados,
el cambio del clima mundial, los catastróficos incendios forestales
en Alaska, la subida del nivel y la temperatura del océano, la
sequía insostenible en algunas zonas de la Tierra, el deshielo de
las nieves permanentes de las grandes cordilleras, el aumento del
clima tropical, los frecuentes tornados y tsunamis a escala mundial,
tornados y olas de calor brutales en Europa y un largo y eterno
etcétera, y esto sólo a nivel geológico, pues biológicamente, las
consecuencias son aún más dramáticas: repentina y temprana
floración de algunas especies vegetales, invasión de las especies
tropicales, desaparición de los anfibios, retirada de las especies
autóctonas al norte, y podría continuar, pues la lista no tendría
fin.
La situación a día de hoy es
insostenible, si continuamos quemando combustibles fósiles a este
vertiginoso ritmo, sin permitir la regeneración natural del planeta,
para el 2050, la Tierra podría ser un lugar muy distinto al que
conocemos actualmente, convirtiéndose en una tierra desolada por el
calor y la sequía.
Es responsabilidad de la Humanidad,
proteger la Tierra pues es nuestro hogar, y si lo destruimos,¿ dónde
vivirán nuestros hijos?, e independientemente de las consecuencias
en los humanos, ¿qué ocurrirá con las demás especies del planeta
Tierra, acaso son ellas culpables de nuestro egoísmo, de haber
convertido la Tierra en nuestro particular señorío?
No, definitivamente no, hemos de actuar
de forma responsable si deseamos conservar nuestro hogar, nuestra
vida, preservar nuestro futuro y cuidar de la Madre Naturaleza, que
la vida la hemos de agradeces, y la apuñalamos como viles cuervos.
Seamos responsables, ¿para qué queremos comodidades y fortunas si
no tendremos vida ni hogar donde disfrutarlas?
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