13 abril 2011

FERIA "MEDIEVAL" (Cristina Villalba)

Hace unas semanas, tuvimos el placer de asistir a la típica feria medieval que tiene lugar en La Línea dos veces al año. Cantidad de gente interesada en el medievo y, sobre todo, linenses sin nada mejor que hacer, visitaron los puestos. Permitidme hacer un resumen de los objetos de gran calidad y muy, muy baratos que están a nuestro alcance en estas exhibiciones:

-El anillo que cambia de color: según tus sentimientos, el anillo cambia de tono. Leyendas urbanas dicen que es con el calor o con los latidos del corazón, pero yo estoy segura de que no es por eso. Yo tenía uno cuando era pequeña… Solía estar azul oscuro siempre, así que llegué a la conclusión de que soy una persona muy fría.
-El jabón anti-acné: ¡¡¡GARANTIZADO!!! ¡¡¡EFECTOS VISIBLES EN 4 DÍAS!!! Curiosamente, este evento tan sólo dura tres días. Este es un producto milagroso que elimina barrillos, puntos negros, granos, marcas, restos de comida…, y encima tiene un delicioso aroma a lavanda. Os advierto que no se pueden comer estos jabones. Y NO lo digo por experiencia propia, ¿de acuerdo? Ni que fuese Mudito, el de Blancanieves.

-Las bolitas de colores para las plantas: que síiiiiii, que funcionan perfectamente. Además, son suavitas y al meter la mano en la maceta te hace cosquillas, pero… ¿qué demonios tiene que ver con la Edad Media? Por si alguien no las conoce, son unas pequeñas bolas que al ponerlas en agua aumentan de tamaño y retienen el agua, por eso, si las pones en un florero, las plantas estarán nutridas. Me pregunto qué hacía el monje que las inventó, porque como las crease al principio como remedio para cualquier enfermedad, metió la pata, ya que hace poco recibieron denuncias en los chinos por ser peligrosas para quien las consuma. Que conste que yo tampoco he probado esos deliciosos caramelos, digorrlll, bolitas tan bonitas.

-Las brujitas: dinero, amor, suerte, sexo… Todas son llamativas, distintas y totalmente fiables. Ya sabéis qué tenéis que hacer para triunfar en la vida: confiar en ellas. ¡¡¡Ya hemos descubierto el secreto de Berlusconi!!!


-El señor que escribe en árabe: en un pliego, escribiendo al revés que los occidentales, este amable señor puede escribir tu nombre en árabe; sin embargo, no me gusta la sonrisa que pone mientras escribe. Demasiado pícara… Pero bueno, me da igual si me pone Cristina, ¿Dónde está Wally? o Maldita infiel. Ni yo, ni nadie, lo va a saber. Si alguien me pregunta, ahí pone Cristina. Podemos emplear el refranero español para este caso: “Ojos que no ven, corazón que no siente”.

Esto no es más que una escueta opinión personal, así pues, si a usted le interesa estos divertidos artículos es elección suya, pero yo no iré a comprarlos xD

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